SEMENTALES

LOS SEMENTALES DE LA YEGUADA VILAIRE

cANASTERO mibxii

Canastero MIBXII, nacido el 4 de marzo de 2012, se presenta como un semental excepcional de pura raza española (P.R.E.), destacando por su imponente presencia y sus cualidades notables. Con una capa castaña que realza su elegancia, este magnífico ejemplar tiene una alzada  de 1,77 metros, siendo un representante destacado del hierro de Miguel Bohorquez.

Canastero MIBXII no solo encarna la belleza y majestuosidad propia de su raza, sino que también destaca por su fidelidad racial, movimientos elegantes y un temperamento amable. Destaca por su versatilidad y capacidad atlética.

Como semental contrastado, Canastero MIBXII ha dejado un legado de hijos/as de gran calidad, consolidandose como un excelente semental. Su genética «cerrada en Bohorquez» asegura su potencial para fijar las características raciales de esta línea. 

Canastero MIBXII auna  excelente conformación física, fuerza y movimientos con impulsión, elevación y amplitud.

judio vii

Judío VII, nacido el 27 de febrero de 1996, es un sementales más célebres de pura raza española que, a pesar de haber fallecido en el año 2015, sigue siendo una figura activa y fundamental en la yeguada. Su legado perdura gracias al uso continuado de su semen congelado, lo que lo convierte en un pilar fundamental en nuestra yeguada.

Con una alzada de 1.64 metros, Judío VII destacó en la disciplinas de Alta Escuela y doma clásica mostrando un conjunto de habilidades notables. Su influencia trasciende su propia existencia, ya que sus genes han sido fundamentales en la producción de hijos/as de alta calidad en la última década. Su papel como base genética ha contribuido al éxito de muchas yeguadas de primer nivel tanto en Europa como en América

 La sección dedicada a Judío VII en la página web de la yeguada atestigua su importancia, destacando la impresionante lista de descendientes premiados.

Judío VII, a través de su legado genético, continúa influyendo en el mundo del caballo de Pura Raza Española dejando una huella duradera. Su contribución sigue siendo reconocida y celebrada, asegurando la perpetuidad de su estirpe en la yeguada Vilaire y más allá.